Month: Agosto 2011

Santos

Tal vez no sea un nombre aplicable a nosotros, pero, en el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo solía llamar «santos» a los creyentes (Efesios 1:1; Colosenses 1:2). ¿Los llamaba así porque eran perfectos? No. Aquellas personas eran seres humanos y, por lo tanto, pecadores. Entonces, ¿qué tenía en mente? La palabra santo en el Nuevo Testamento significa que uno es apartado para Dios. Describe a aquellos que están espiritualmente unidos a Cristo (Efesios 1:3-6). Es sinónimo de los individuos que creen en Cristo (Romanos 8:27) y de los que componen la Iglesia (Hechos 9:32).

Propuesta decente

Uno ve inmodestia en el vestir, escucha toscos comentarios, experimenta la andanada diaria de conducta inadecuada. ¿Alguna vez te has preguntado qué nos llevó al actual estado cultural en los Estados Unidos? La escritora Rochelle Gurstein tiene algunas respuestas. Ella dice:

«En el último cuarto del siglo XIX, aparecieron de repente nuevas agencias de exposición: periodismo invasor, una nueva clase…

Inventario de obstáculos

Buscar errores es un pasatiempo popular y, por desgracia, a muchos de nosotros nos resulta fácil participar de la diversión. Concentrarse en los defectos de los demás es una gran manera de sentirse mejor personalmente. Y ahí está el problema. Pasar por alto los errores que debemos corregir en nuestra vida no solo detiene nuestro crecimiento espiritual, sino que también obstaculiza la obra de Dios a través de nosotros. Nuestra manera de vivir favorece o entorpece la eficacia del Señor en la vida de otros.

La cámara humana

Steven Wiltshire, a quien llaman «la cámara humana», tiene la asombrosa capacidad de recordar pequeños detalles de lo que ve y, más tarde, poder plasmarlo en dibujos. Por ejemplo, después de sobrevolar la ciudad de Roma, le pidieron que dibujara el centro de la ciudad en un papel. De manera increíble, reprodujo exactamente las calles sinuosas, los edificios, las ventanas y otros detalles.

Manta eléctrica

Algunos seguidores de Cristo esperan que la vida cristiana sea tan suave y fácil como lo es meterse en una cama cálida y cómoda: sin incomodidades, sin quejas, sin tensiones. El problema es que por lo general no sucede así, como tal vez hayas descubierto ya. A veces comenzamos a sospechar que Dios se está metiendo con nosotros. Puede que…

Promesas «bancables»

Después de una crisis financiera mundial, el gobierno de los Estados Unidos decretó leyes más estrictas para proteger a la gente de prácticas bancarias cuestionables. Los bancos tuvieron que modificar sus políticas para acatarlas. A fin de notificarme de tales cambios, mi banco me mandó una carta, pero cuando llegué al final, tenía más preguntas que respuestas. ¡Estaba claro que el uso de frases como «se podrían» o «a nuestro criterio» no sonaban como algo de lo que yo pudiera depender!

Cuestión de integridad

La integridad es muy importante. Si no pregúntale al niño que cambió sus calificaciones en la Florida. Parece que un niño de 5to. curso de una escuela elemental de la Florida tenía ciertos problemas con sus calificaciones. Estaban muy bajas. Por eso, un día, durante la hora de almuerzo y en un momento de indiscreción, se coló en el cuarto…

Amigos en la noche

¿Tienes alguien a quien podrías llamar a mitad de la noche si necesitaras ayuda? El maestro bíblico Ray Pritchard llama a estas personas «amigos de las dos de la mañana». Si tienes alguna emergencia, esta clase de amigo te preguntaría dos cosas: «¿dónde estás?» y «¿qué necesitas?».

Dos desertores

El nombre de Judas no aparece en ninguna lista de nombres opulares para bebés. Parece que los padres no desean poner a sus recién nacidos un nombre que es sinónimo de traición. Pero la verdad es que ninguno de nosotros puede evitar la asociación, porque todos hemos traicionado a Jesús de alguna manera, en algún momento, incluso los que creemos…

Hazlo solo

«Dadles vosotros de comer…» (Marcos 6:37). Es fácil pasar por alto estas palabras de Jesús. Una inmensa multitud se había reunido para oírlo. Al final del día, los discípulos se pusieron nerviosos y empezaron a presionarlo para que los despidiera (v. 36). «Dadles vosotros de comer…», respondió Jesús (v. 37).